Las mujeres tienen más esperanza de vida que los hombres; sin embargo están más expuestas a enfermedades: cardiovasculares, de transmisión sexual, así como a la depresión y ansiedad. De ahí que la medicina preventiva puede ser un arma muy eficaz para detectar a tiempo enfermedades como el cáncer de cérvix.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en las mujeres y en el caso del cáncer, los de cuello uterino y de mamas siguen siendo los más mortales junto con el carcinoma pulmonar.
En el mundo un 46% de las muertes de mujeres en edad avanzada se deben a enfermedades cardiovasculares, en tanto que al cáncer se le atribuye un 14%. Muchos de los problemas de salud que padecen estas mujeres se deben a diversos factores de riesgo durante la adolescencia y etapas previas a la edad adulta como: el tabaquismo, el sedentarismo y la mala alimentación.
En el caso del cáncer de cuello uterino es el segundo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres en el mundo, todos los casos están relacionados con una infección genital de transmisión sexual causada por el virus del papiloma humano (VPH).
Debido a estos datos, es que realizarse exámenes médicos periódicamente pueden salvarle la vida y además ayudarle a prevenir otras enfermedades relacionadas.
En la Clínica Santa Teresa nos preocupamos por la salud de las mujeres, por eso hemos diseñado un Paquete Médico denominado Mujer Saludable que incluye:
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El Paquete Mujer Saludable es muy completo y le permite en poco tiempo verificar su condición de salud. Si desea más información o agendar una cita puede comunicarse a los teléfonos: (506) 2798-0100 / 2798-2100, escribirnos al WhatsApp: 8841-7085 o a través de un Inbox, por medio de Facebook.
El control ginecológico es fundamental para la prevención de distintas patologías, en especial aquellas relacionadas con el cuello de útero. Es recomendable realizarlo una vez al año, e involucra el Papanicolau, la Colposcopia, y el Examen Mamario.
La consulta anual representa, en la mayoría de los casos, un examen en estado de salud aparente dado que la mayoría de las personas no necesariamente están enfermas. Además, es significativo transmitir que muchas situaciones de enfermedad se traducen a través de los estudios de rutina, significando que no debe esperarse a presentar un síntoma sino solamente proponerse cumplir con la revisión ginecológica anual.
¿A qué edad debe hacerse la primera consulta?
Si analizamos la importancia que tienen cada uno de los ciclos vitales podríamos responder que con la primera menstruación, se debe hacer la primera consulta.
Toda adolescente tiene el derecho a informarse y realizar la consulta sin postergar posibilidades diagnósticas, esto no significa que a partir de la menarca concurra, pero sí que esté debidamente asesorada y contenida.
Se recomienda realizarse una mamografía y una ecografía mamaria entre los 35 y los 40 años, y luego de esa edad incluirlas rutinariamente en los controles. Es necesario destacar la importancia de solicitar ambos análisis, debido a que hay imágenes que la ecografía percibe y la mamografía no, y viceversa.
Hay que tener en cuenta que estas recomendaciones son para pacientes sin ningún tipo de antecedentes. Para aquellas que tienen familiares directos con diagnósticos de cáncer de mama en edades jóvenes (40 – 50 años, incluso un poco menos) se les aconseja correrse de la rutina y realizarse estudios con mayor anterioridad. Actualmente el componente genético – hereditario está cobrando muchísima importancia y no deben minimizarse.
¿En qué consiste el control ginecológico periódico?
Básicamente comienza con una entrevista donde se recoge información con datos como los recientemente mencionados y otros de interés para el screening o “chequeo”.
De inmediato se efectúa el examen ginecológico y mamario procurando reconocer las características del aparato genital externo e interno y el examen de las mamas.
Se complementa con la práctica de la Citología oncológica más conocida como Papanicolaou, aunque debe señalarse que ésta es la técnica para la interpretación de las células recogidas del cuello de útero