Los huesos son esenciales en nuestro organismo, ya que nos sostienen, nos permiten movilizarnos, flexionar las extremidades, entre otras funciones, de ahí que sea de suma importancia cuidarlos. Para mantener los huesos sanos y fuertes se necesita consumir alimentos ricos en calcio, vitamina D y proteínas.
¿Cuáles alimentos contienen calcio y vitamina D?
La mejor fuente de calcio son los lácteos, los encontramos en la leche, el yogurt y el queso. Para los adultos se recomienda ingerir lácteos bajos en grasa para no afectar su salud, de igual forma un producto pese que se le extraiga la grasa, no disminuye su cantidad de calcio.
Otro aspecto importante a considerar, es el consumo de Vitamina D para ayudar a la absorción del calcio en el organismo. La mayor fuente de producción de esta vitamina es la piel mediante una breve exposición diaria al sol.
¿Qué otros alimentos contienen calcio y vitamina D?
Además de los lácteos existen otros alimentos que también contienen calcio como son: los vegetales de hoja verde (brocoli, espinacas), las semillas como almendras, nueces, avellanas y pistacho y también la yema de huevo.
Consumir este tipo de alimentos le puede ayudar a fortalecer no sólo sus huesos, sino sus dientes y encías, a prevenir enfermedades cardiovasculares porque disminuye los niveles de colesterol en sangre y también a prevenir los calambres debido a que el músculo se alimenta del calcio para realizar sus movimientos y contracciones.
Otro cuidado es evitar las caídas, principalmente las personas que padecen osteoporosis. Para prevenir caídas es importante tener cuidado en el entorno donde se desenvuelve y en caso necesario, adaptarlo para evitar accidentes.
Dejar el cigarrillo es indispendable debido a que el tabaco aumenta el riesgo de padecer osteoporosis. También se debe evitar o reducir el consumo de alcohol, ya que éste reduce la capacidad del organismo de producir nuevo material óseo.
En Clínica Santa Teresa le ofrecemos el servicio de diagnóstico, para más información puede comunicarse al ☎ 2798-0100 / 2798-2100 o escribirnos al WhatsApp 8841-7085 o a nuestro inbox.
Las Pruebas Metabólicas constituyen un grupo de exámenes de sangre que brindan una panorama general del metabolismo y el equilibrio químico del cuerpo. El metabolismo corresponde a todos los procesos químicos y físicos en el cuerpo que usan energía.
Estas pruebas se realizan en niños y adultos, a este último se le realizan 4 pruebas: la glucosa, función renal, electrolitos y perfil hepático.
La prueba de glucosa mide la cantidad de azúcar, también llamada glucosa, en muestra de sangre. La glucosa es una importante fuente de energía para la mayoría de las células del cuerpo, incluyendo las del cerebro.
Los examenes de la función renal son exámenes que se solicitan para evaluar qué tan bien están funcionando los riñones. Estos miden:
- BUN (Nitrógeno ureico en sangre)
- Creatinina en sangre
- Depuración de la creatinina
- Creatinina en orina
Por otro lado, los electrolitos son minerales presentes en la sangre y otros líquidos corporales que llevan una carga eléctrica. Los mas comunes son: Calcio, Cloruro, Magnesio, Fósforo, Potasio y Sodio.
Los electrólitos afectan cómo funciona nuestro cuerpo en muchas maneras, por ejemplo:
- La cantidad de agua en el cuerpo
- La acidez de la sangre (el pH)
- La actividad muscular
- Otros procesos importantes
Estos se pierden al sudar y no se reponen con agua, por lo que se debe buscar bebidas que los contengan.
Por su parte, el perfil hepático o hepatograma es básicamente un análisis de sangre, diseñado específicamente para evaluar si el hígado funciona o no correctamente.
Por medio de esta prueba se pueden diagnosticar enfermedades hepáticas que son originadas por patologías en otras partes del organismo; así como también controlar la función hepática en pacientes que siguen tratamientos con medicamentos que son hepatotóxicos.
La preparación para las pruebas metabólicas es muy simple, no se debe ingerir alimentos, ni bebidas al menos 8 horas antes de realizarse el exámen.