Prevención del Cáncer de Cabeza y Cuello

febrero 10, 2017

El cáncer de cabeza y cuello se inicia en zonas del cuerpo como: la laringe, la garganta, labios, boca, nariz y glándulas salivales. La mayoría de los cánceres de este tipo se producen en superficies húmedas como: la boca, la nariz y la garganta dónde hay células escamosas.

Factores de riesgo

El principal factor de riesgo del cáncer de cabeza y cuello, es el fumado, ya que un 90% de los tumores en hombres y un 60% en mujeres, son atribuidos al consumo de tabaco.

El riesgo de padecer cáncer en fumadores,  es 15 veces más frecuente, ya que el humo del tabaco contiene más de 30 sustancias carcinógenas, las cuales aumentan, dependiendo de la cantidad de cigarrillos que se consumen.

Los fumadores de puros y pipas son mas propensos a padecer cáncer de la cavidad oral (labios y lengua), mientras que los fumadores de cigarrillos, tienden mas a sufrir el cáncer de laringe y faringe.

La segunda causa de este cáncer, es el consumo de alcohol, pues el riesgo en bebedores es seis veces mayor que una persona que no lo ingiere. Además estos sufren de déficit nutricional, hipovitaminosis, irritación local, así como disminución de la acción protectora de la saliva.

El tipo de licor también influye, ya que los oscuros como: el wisky, el ron añejo y el coñac tienen más carcinógenos que los licores claros como la vodka, la ginebra o el ron blanco. Por su parte, la cerveza contiene nitrosodimetilamina, la cual se asocia más, con el cáncer de la cavidad oral.

Otro factor a tener en consideración, es el virus del papiloma humano (VPH), ya que éste se adhiere a las células del aparato aéreo-digestivo superior y algunos serotipos (16,18 y 31), lo cuales son los más asociados con tumores de amígdalas, lengua y esófago cervical.

En pacientes expuestos a estos riesgos, se les recomienda realizarse una Nasofaringoscopía una o 2 veces al año, este es un examen que permite identificar lesiones que pueden ser cancerígenas; sin embargo será la biopsia la que lo podrá confirmar.

Dentro de los síntomas de este padecimiento están: trastornos de la voz como la disfonía (ronquera) prolongada, una masa o pelota palpable en el cuello o úlceras en la cavidad bucal, lengua, encías y faringe que no sanen de forma rápida;  si usted presenta alguno o varios de estos síntomas es mejor que acuda a un especialista para su valoración.

En la salud es importante prevenir, por eso tome algunas medidas inmediatas como: dejar el fumado, reducir el consumo de alcohol y llevar una higiene bucal rigurosa.