Los electrolitos son químicos que viajan por el torrente sanguíneo y ayudan a regular funciones importantes del organismo, como la cantidad de agua en el cuerpo, la acidez de la sangre (ph), la función muscular, las reacciones nerviosas del cuerpo y otros procesos importantes. Algunos de los electrolitos son: el calcio, magnesio, potasio y sodio.
Cuando sudamos perdemos electrolitos que debemos reponer tomando líquidos; sin embargo cuando estos niveles están bajos o altos se solicita una prueba de electrolitos en sangre para evaluar la función renal, determinar deficiencias y evaluar trastornos metabólicos, tales como acidosis o alcalosis. Para la prueba, el paciente sólo necesita guardar un ayuno de 8 horas y luego presentarse al laboratorio a que le tomen la muestra de sangre.
Esta prueba es muy importante debido a que el desequilibrio electrolítico puede provocar, por ejemplo, en pacientes con insuficiencia renal, un aumento de la presión arterial, retención grave de líquidos, latidos irregulares del corazón, cansancio, debilidad muscular y parálisis debido al alto nivel de potasio.
Las causas del desequilibrio electrolítico, pueden ser:
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Pérdida de fluidos corporales por períodos prolongados: como vómitos, diarrea, sudoración o fiebre alta
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Dieta inadecuada y falta de vitaminas en los alimentos
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Mala absorción: el cuerpo no puede absorber estos electrolitos debido a distintos trastornos estomacales, medicamentos o por la forma en que se ingieren los alimentos
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Trastornos hormonales o endocrinológicos
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Enfermedad renal
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Complicación de la quimioterapia, síndrome de lisis tumoral, esto ocurre cuando el cuerpo destruye las células tumorales rápidamente después de la quimioterapia y baja el nivel de calcio en sangre, aumenta el nivel de potasio en sangre y se producen otras anormalidades electrolíticas.
En el Centro Médico Santa Teresa le ofrecemos la Prueba de Electrolitos en sangre, contamos con financiamiento con el Banco Nacional, Coopenae y Tasa O de Credomatic.
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Los exámenes de Laboratorio de rutina deben realizarse al menos una vez al año, debido a que estos permiten conocer el estado de salud del paciente; lo cual ayuda a diagnosticar ciertas patologías, brindar el tratamiento adecuado y/o darle el seguimiento respectivo.
Las personas de todas las edades necesitan realizarse estos exámenes preventivos con regularidad. Los especialistas afirman en que es posible lograr un diagnóstico certero en las primeras etapas de un padecimiento, gracias a estas pruebas.
De un buen examen de laboratorio depende la precisión y confiabilidad de sus resultados, los cuales serán la base para determinar el tipo de tratamiento para el paciente. Estas pruebas tienen 3 pasos: toma de muestras, análisis de las muestras y entrega de resultados .
Los análisis usan un rango de valores que se considera normal; sin embargo puede variar de una persona a otra, debido a que los afectan muchos factores como: sexo, edad, raza, lo que come y bebe, las medicinas que toma y el seguimiento de las instrucciones antes del análisis.
Los exámenes de laboratorio por lo general, se realizan por venopunción que es una forma un poco invasiva de obtener células y fluido extracelular (plasma) del cuerpo para el análisis.
La sangre fluye a través del cuerpo proporcionando oxígeno y nutrientes, y a su vez retirando residuos y llevándolos a los sistemas excretorios para su eliminación, el estado de la circulación sanguínea es afectada, por muchas condiciones médicas. Por esto, los exámenes de sangre son los más comunes exámenes médicos realizados.
De una forma mas detallada, las pruebas de laboratorio se utilizan para:
Descubrir enfermedades en etapas tempranas
Ratificar un diagnostico sospechado
Obtener información sobre el pronóstico de una enfermedad
Establecer un diagnóstico basado en una sospecha bien definida
Vigilar un tratamiento o conocer una determinada respuesta terapéutica
Precisar factores de riesgo