Si usted perdió alguna pieza dental por algún motivo, es importante que realice la reposición de la misma y para eso existen en odontología varias opciones, la ausencia de dientes puede perjudicar el habla, la masticación, la estética y la salud bucal en general.
Esto debido a que mas allá de la estética, existe un complejo multifactorial en la boca, en el cual un espacio libre provoca el colapso en la forma y la función. Como consecuencia de la ausencia de una pieza dental los dientes cercanos al espacio, comienzan a moverse ocasionando contactos prematuros y maloclusiones.
Para evitar todos estos problemas los odontólogos recomiendan reponer las piezas pérdidas mediante el implante dental o las prótesis dentales, estas pueden ser individuales o de varias piezas, además pueden ser removibles o fijas.
Las prótesis removibles son aquellas que se ponen y se quitan con facilidad, también son mas sencillas de elaborar y económicas, ya que son hechas de acrílico. A nivel de estética son aceptables; sin embargo no es lo más cómodo para el paciente, ya que estas prótesis tienden retener un poco de alimento o simplemente no están fijas en la boca.
Entre las prótesis fijas destacan los puentes en materiales como circonio y porcelana, además tenemos idealmente los implantes dentales que son tornillos de titanio colocados directamente al hueso maxilar, por lo que garantizan la seguridad de los dientes fijos, estas se usan para reemplazar a una sola pieza o a todos los dientes del maxilar a la vez, también se puede usar para crear puentes cuando se da la pérdida de uno o varios dientes. Para poder realizar este procedimiento, hay que realizar una intervención quirúrgica que consta de dos etapas, primero la colocación del implante dental, luego la elaboración de la restauración y su respectiva fijación en la boca. De esta forma, sólo el médico podrá removerla y el paciente podrá volver a sonreír y a comer de todo.
Otro aspecto a considerar cuando le realicen una prótesis dental, es que además de la estética y funcionalidad, se tenga en cuenta que propicie una masticación eficaz, una comunicación fluida y una apariencia acorde con la morfología y estructura bucodental del paciente.
El Deterioro Cognitivo
Se describe como un conjunto de síntomas en lugar de una condición médica o una enfermedad específica. Una persona con Deterioro Cognitivo tiene problemas sutiles con uno o más de los siguientes síntomas:
- La memoria de trabajo (del día a día)
- la planificación
- el lenguaje
- la atención
- las habilidades visuoespaciales (“visuo” refiriéndose a la vista y “espacial”, refiriéndose al espacio o ubicación), que da a una persona la capacidad de interpretar los objetos y formas.
En el Deterioro Cognitivo, estos síntomas son apreciados tanto por la persona que lo sufre como por quienes la conocen. Cualquier disminución de la función cognitiva será mayor que la disminución gradual que muchas personas experimentan como parte del envejecimiento normal y saludable. Puede haber problemas menores con las tareas más complicadas, pero generalmente no se observan dificultades en la vida cotidiana.
¿Una persona con Deterioro Cognitivo desarrollará demencia?
Aunque el Deterioro Cognitivo Leve aumenta significativamente el riesgo de una persona de desarrollar demencia, no todas las personas empeoran y desarrollan la enfermedad. Algunos enfermos permanecen estables en el tiempo, y unos pocos mejoran y no desarrollan ningún problema asociado.
La Demencia
Es una pérdida de la función cerebral que ocurre a causa de ciertas enfermedades. Afecta la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y el comportamiento.
Algunas causas de demencia se pueden detener o revertir si se detectan a tiempo, por ejemplo:
- Lesión cerebral
- Tumores del cerebro
- Consumo excesivo y crónico de alcohol
- Cambio de los niveles de azúcar, calcio y sodio en la sangre (demencia de origen metabólico)
- Niveles bajos de vitamina B12
- Hidrocefalia normotensiva
- Uso de ciertos medicamentos, incluso cimetidina y algunos hipocolesterolemiantes (para bajar el nivel de colesterol)
Tratamiento.
El tratamiento depende de la afección que está causando la demencia. Algunas personas pueden requerir hospitalización por un corto tiempo.
En ocasiones los medicamentos para tratar la demencia pueden empeorar la confusión del paciente. La suspensión o el cambio de medicamentos es parte del tratamiento.
Ciertos tipos de ejercicios mentales pueden ayudar con la demencia.
El tratamiento de afecciones que pueden llevar a la confusión a menudo puede mejorar enormemente el funcionamiento mental. Tales afecciones incluyen:
- Anemia
- Insuficiencia cardíaca congestiva
- Disminución de oxígeno en la sangre (hipoxia)
- Depresión
- Insuficiencia cardíaca
- Infecciones
Se entiende por factores de riesgo para enfermedad cardiovascular a aquellas situaciones que pueden llevar a un individuo a presentar una afección como infarto agudo de miocardio, accidente cerebro vascular, enfermedad arterial periférica, o muerte de causa cardíaca.
1. Tabaquismo: muchos deportistas utilizan la “nicotina”, al fumar, mascar, o como rapé, creyendo que los hace estar más alertas, concentrados y calmos. Pero si bien esto tiene escaso aval científico, sí se sabe que la nicotina está asociada a múltiples enfermedades.
2. Hipertensión arterial: La hipertensión arterial es una patología crónica que consiste en el aumento de la presión arterial. Una de las características de esta enfermedad es que no presenta unos síntomas claros y que estos no se manifiestan durante mucho tiempo. el ejercicio físico regular, de carácter aeróbico, favorece la reducción de las cifras de presión arterial.
3. La diabetes: los pacientes diabéticos fallecen por causas de origen cardiovascular. El ejercicio físico colabora en el tratamiento de estos enfermos al favorecer el ingreso de la glucosa en el músculo en ejercicio favoreciendo el trabajo de la insulina.
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