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octubre 24, 2016

El control ginecológico es fundamental para la prevención de distintas patologías, en especial aquellas relacionadas con el cuello de útero. Es recomendable realizarlo una vez al año, e involucra el Papanicolau, la Colposcopia, y el Examen Mamario.

La consulta anual representa, en la mayoría de los casos, un examen en estado de salud aparente dado que la mayoría de las personas no necesariamente están enfermas. Además, es significativo transmitir que muchas situaciones de enfermedad se traducen a través de los estudios de rutina, significando que no debe esperarse a presentar un síntoma sino solamente proponerse cumplir con la revisión ginecológica anual.

¿A qué edad debe hacerse la primera consulta?

Si analizamos la importancia que tienen cada uno de los ciclos vitales podríamos responder que con la primera menstruación, se debe hacer la primera consulta.

Toda adolescente tiene el derecho a informarse y realizar la consulta sin postergar posibilidades diagnósticas, esto no significa que a partir de la menarca concurra, pero sí que esté debidamente asesorada y contenida.

Se recomienda realizarse una mamografía y una ecografía mamaria entre los 35 y los 40 años, y luego de esa edad incluirlas rutinariamente en los controles. Es necesario destacar la importancia de solicitar ambos análisis, debido a que hay imágenes que la ecografía percibe y la mamografía no, y viceversa.

Hay que tener en cuenta que estas recomendaciones son para pacientes sin ningún tipo de antecedentes. Para aquellas que tienen familiares directos con diagnósticos de cáncer de mama en edades jóvenes (40 – 50 años, incluso un poco menos) se les aconseja correrse de la rutina y realizarse estudios con mayor anterioridad. Actualmente el componente genético – hereditario está cobrando muchísima importancia y no deben minimizarse.

¿En qué consiste el control ginecológico periódico?

Básicamente comienza con una entrevista donde se recoge información con datos como los recientemente mencionados y otros de interés para el screening o “chequeo”.

De inmediato se efectúa el examen ginecológico y mamario procurando reconocer las características del aparato genital externo e interno y el examen de las mamas.

Se complementa con la práctica de la Citología oncológica más conocida como Papanicolaou, aunque debe señalarse que ésta es la técnica para la interpretación de las células recogidas del cuello de útero